sábado, 1 de octubre de 2011
¿De qué se trata?
El conde de Montecristo, un clásico de Alejandro Dumas, padre,
cuenta la historia de un hombre inocente injustamente encarcelado, que elabora
un brillante plan para vengarse de los que le traicionaron. El joven marinero
Edmundo Dantés es un hombre honrado y cándido que lleva una id tranquila.
Entre sus planses
está casarse con la hermosa Mercedes.
Pero todo se va
al traste repentinamente cuando su mejor amigo, Fernando, deseoso de conquistar
a Mercedes, le traiciona. Condenado a cumplir una injusta condena en la
siniestra prisión del isla del Castillo de If, Edmundo vivirá una auténtica
pesadilla que durará trece años. Obsesionado por el inesperado destino que le
tenía deparada la vida, deja de lado sus convicciones sobre el bien y el mal, y
se alimenta de pensamientos vengativos contra los que le traicionaron.
Con la ayuda de
un compañero igualmente inocente, Dantés elabora un plan de fuga y consigue
escapar de la cárcel. Así es como se convierte en el misterioso y acaudalado Conde
de Montecristo.
Siguiendo su
implacable plan, se introduce en los salones de la nobleza francesa y empieza a
destruir de forma sistemática a todos los hombres que le manipularon y
condenaron a prisión.
¿Por qué lo leí?
Para el día de la
madre, mi papá por primera vez accedió a comprarme un libro de regalo y no
porque lo necesito para la universidad. Varios títulos me tentaron en la
librería, pero aparte de los precios caros, no estaba dispuesta en hacer gastar
dinero a mi papi en algo que no estaba segura si me gustaría. Estaba indecisa
entre este libro y Anna Karenina, de Tolstoi y, sopesando las medidas, me decidí
por la obra de Dumas. Me encanta como escribe y sus historias son ágiles y
atrapantes, a pesar de lo grueso de los libros. Con los autores rusos suele
pasar todo lo contrario.
Opinión personal
No voy a mentir:
el libro es larguísimo e intimidante. Al grueso del tomo, súmenle la letra
chica y la cantidad de personajes que aparecen. Me demoré tres semanas en terminarlo,
leyendo cada vez que podía… y me pasé las tres semanas reclamando de lo largo
que es. Lo siento por aquellos que tuvieron que soportar mis arranques de
impaciencia. Pero a pesar de todo esto, vale la pena. El Conde de Montecristo
es impresionante.
Una de las cosas
que me gusta de Dumas es que cuenta sus historias de una manera muy simple y
relajada, logrando que uno se conecte prácticamente en seguida con los
personajes y se devore la historia sin darse cuenta. A los personajes que hay
que amar, los amas, y a los que hay que odiar, los odias con todo tu corazón.
Este libro no es la excepción: Edmundo Dantés, el protagonista, es un chico
bueno con el que logras simpatizar desde el comienzo del libro y cuando decide
vengarse, uno termina apoyándolo al 100%, aunque sepas que la venganza nunca es
buena porque mata el alma y la envenena (y pucha que se cumple el dicho). Sus
antagonistas son lo más detestable del universo, y lo único que esperaba es que
cayeran rápido y que nadie los quiera. En otras palabras, se me fue la
objetividad al carajo (cuando no).
En el aspecto
emocional, uno pasa por todas las emociones: uno se enoja, se pone triste, se
ríe, se indigna, ataca la ansiedad, queda desolado, etc. Lo cual habla muy bien
del autor y su maestría para contar las historias.
Como todos sus
libros, tiene una que otra parte media latera, pero es perdonable puesto que no
es nada del otro mundo. Simplemente un par de escenas que se alargaron
demasiado cuando podrían haber sido más cortas.
En resumen, este
libro es genial, awesome con todas sus letras.
Puntuación: 5
estrellas
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